Para fundamentar mejor el proceso de reflexión en torno a nuestro Proyecto Educativo, hemos considerado necesario conocer las opiniones del alumnado y sus familias sobre distintos aspectos relacionados con nuestros centros y sobre el trabajo que en ellos se realiza. Para ello se ha desarrollado una amplia encuesta dirigida a ambos colectivos cuyos principales resultados y las conclusiones que de ellos se derivan se presentan en el informe que se incluye en este apartado.
Con su presentación a la comunidad educativa pretendemos dar la oportunidad para que puedan ser debatidas, matizadas y mejoradas las conclusiones que en él se apuntan; y también esperamos que el conjunto de resultados y conclusiones sea tenido en cuenta en las reflexiones y debates que a lo largo de este año van a desarrollarse sobre los distintos ámbitos en los que se estructura el Libro Blanco.
Os animamos a hacernos llegar todas vuestras impresiones en este apartado del Blog.
[box]Texto principal: Informe sobre los valores, expectativas y grado de satisfacción del alumnado y familias de los centros de FUHEM. Enero 2013 (pdf)[/box]
Hola a todos/as:
He disfrutado mucho repasando la información que ofrece la encuesta y más aún con la confirmación de que ofrecemos una formación en valores, incluyente, de calidad ….. (yo diría que de lo mejor del humanismo occidental) y que su aprecio por familias y alumnos es muy alta. ES REALMENTE MAGNÍFICO, constituye el rédito del esfuerzo innovador y continuado desde los años 60/70 y también un excelente punto de partida para el nuevo proceso abierto por el Libro Blanco.
Como no soy experto en encuestas ni en su interpretación (ni siquiera en educación) , me permitiréis que haga unos comentarios sobre algo tan poco científico como son las sensaciones/intuiciones que la lectura del informe me ha suscitado. Yo diría que la encuesta ofrece una visión muy positiva del colectivo que conforma el “mundo FUHEM” como gente que aprecia los valores éticos, el esfuerzo, el trabajo bien hecho,…….. y que afronta el futuro con la certeza de que esos mismos valores van a seguir imperando (en teoría y cada vez menos) en un contexto en el que seguirán rigiendo los paradigmas actuales.
Desgraciadamente , o no, yo creo que existen demasiados indicios de que eso pueda no ser así y que el presente/futuro resulte más complejo, contradictorio, conflictivo y difícil de lo que nos gustaría. De hecho, ya lo está siendo hoy; hablamos con naturalidad de temas cercanos como los de “una generación perdida”, “precarización social”, “crisis institucional y democrática” y, levantando la vista un poco más, también intercambiamos ideas sobre una “gran transformación”, el “cambio de época”, e, incluso, según el área ecosocial, de riesgo serio de “crisis civilizatoria”. Y son los jóvenes de hoy los rompeolas en los que ya descargan los temporales del cambio (eso es lo que intuye lo mejor del 15M); desgraciadamente conozco demasiados jóvenes que están hoy desconcertados e insuficientemente mentalizados/preparados para reposicionarse e influir ante transformaciones de tal calibre.
El otro día, en la sesión sobre la escuela pública, apuntaba que ADEMÁS de los valores imprescindibles/tradicionales, (sometidos hoy a todo tipo de vaciamientos y contrarreformas), sería muy importante incorporar nuevos requerimientos educativos, entre los que improvisaba tres: sentido crítico para interpretar la realidad, capacidad de anticipación proactiva (desde/hacia una visión diferente del mundo) y nuevos referentes (éticos, culturales, …. profesionales, personales …) para afrontar los cambios sociales que se nos vienen encima.
Si aceptamos que el presente/futuro es y será diferente (para bien o para mal), y yo así lo creo, el contraste a realizar sobre nuestra enseñanza debería ampliar sus referencias a contenidos y métodos de trabajo que evalúen y preparen al colectivo FUHEM para ese desafío.
Afortunadamente, la encuesta indica que tenemos asentados, y parece que bien asentados en FUHEM, valores y procedimientos educativos que son esenciales y que vienen a representar el 70% de lo que pienso demanda el futuro (calidad/honestidad personal, respeto por la diversidad, conciencia de la desigualdad, etc.); pero tal vez nos queda ese otro 30%, relacionado con el cambio de época, NOVEDOSO Y DESCONOCIDO, sin el cual, el proceso de reflexión actual habría perdido una oportunidad de oro en la actualización de nuestra línea educativa (entiendo que ese sería el VALOR AÑADIDO del Libro Balnco y nuestra principal aportación al país). De hecho entiendo que la mejora del 70%, indiscutible, es mucho más sencilla de abordar que avanzar, siquiera un poco, en el 30% restante que requiere un “cambio de gafas” desde el que interpretar la vida. (¿Qué fundamentos económicos enseñamos y cuánto han tardado los economistas en reformularlos? ¿y qué decir de las ciencias naturales cuando 2/3 de los ecosistemas clave evolucionan negativamente y la biocapacidad se ve desbordada por la huella ecológica? ¿y ….? ¿y …? ¿y…? )
Estas reflexiones vienen a cuento porque la impresión que extraigo de las preguntas y respuestas de la encuesta es que se centran principalmente en el primer grupo de temas, mientras que los segundos apenas afloran o son poco valorados (sentido crítico). ¿Estoy equivocado? ¿Se adaptan hoy nuestros contenidos educativos al cambio de paradigma y mundo? Más allá de la jornada dedicada al tema (Yayo Herrero, Justa Montero y Joaquín Estefanía) ¿están estas cuestiones suficientemente presentes en el proceso del Libro Blanco para que no queden arrinconados en un discurso con escasa proyección operativa? ¿Debatimos en el seno de la comunidad educativa, en las reuniones de directores y centros, sobre cómo valorar e incorporar ese 30%? Cuándo comentamos y evaluamos la calidad educativa, ¿de qué estamos hablando? ¿Estamos extrayendo conceptos clave de lo que significa “vivir bien, todos/as, respetando los límites de la biosfera” para insertarlos como contenidos esenciales de nuestra enseñanza? ¿Sería la mejora del 70% y la incorporación del 30% (perdón por las simplificaciones) el objetivo estratégico de la mejora educativa que pretendemos impulsar hoy?
En fin, un abrazo a todos/as y, en todo caso, un placer y una satisfacción la lectura del Informe.
Tras la lectura del informe «Valores, Expectativas … y del amplio comentario de Fernando -con el que coincido- os pongo tres apuntes breves:
– Reconforta y estimula la imagen que proyectamos en los usuarios de nuestro servicio educativo. En este caso, es el mejor y más directo evaluador.
– El turbulento tiempo presente y el futuro incierto que nos espera, exige que, desde la preservación de nuestros valores educativos, seamos capaces de ir adaptando el modelo educativo a los nuevos desafíos.
– Lo anterior requiere extremar la atención en la selección del profesorado, buscando profesionales que, más allá de la formación académica, sintonicen realmente con nuestros valores educativos y los lleven a las aulas.
Supongo que, sin caer en autocomplacencias, pondreis en valor este resultado que, por otra parte, establece un excelente escenario para abordar el Libro Blanco.
Los deseos de innovación de las familias se contradice con la mayor valoración de la explicación del profesor/a como medio de transmitir el conocimiento. Además el resultado de capacitación suficiente del profesorado puede llevar a la autocomplacencia y abortar los deseos de innovación en la transmisión del conocimiento que muestran las familias.
Elena Martín nos ha hecho llegar algunos comentarios tras la lectura del informe. Además de algunas matizaciones y observaciones sobre puntos concretos, nos traslada la siguiente impresión general:
Mi percepción, que lógicamente puede estar sesgada, es que se fuerza más de lo que los datos muestran el mensaje de coincidencia entre familias y alumnado. Para mí no es raro ni negativo que las valoraciones discrepen en varios aspectos. Más bien diría que es esperable, dadas las edades y los papeles de ambos colectivos.
Algunos ejemplos en los que esto me parece más claro serían:
• En las conclusiones de la página 15 no se destaca suficientemente a mi modo de ver la opción de los alumnos de “ser feliz”. Por otra parte, me parece muy interesante la diferencia de los estudiantes de PCPI y FP al elegir esforzarse en hacer bien las cosas
•(Pág. 17) “Se puede observar que la opinión de familias y alumnado podría no ser del todo coincidente, ya que mientras que la mayor parte de las familias (70,5%) no está de acuerdo con el hecho de que la escuela se centre exclusivamente en el desarrollo de capacidades intelectuales de los alumnos/as, más de la mitad del alumnado (59%), cuando les afecta directa e individualmente, prefiere que sus docentes no intervengan en sus cuestiones personales, sino que se limiten a la enseñanza de sus asignaturas.” Creo que los datos muestran con claridad que la percepción no es coincidente.
También me gustaría hecer hincapié en el dato relativo a las TIC y a la escasa importancia que le dan los distintos colectivos. Creo que este dato es muy relevante, teniendo en cuenta la apuesta de algunos centros por esta vía de innovación.