a. La evaluación es una parte esencial del proyecto que se aplicará a todos los elementos, aspectos e hitos que intervienen en el proceso educativo, desde una actitud abierta a conocer, a experimentar, a aprender y a intercambiar, conscientes de que sólo podremos hacerlo si somos ambiciosos y a la vez realistas, en una trayectoria que deberá ser gradual si quiere ser efectiva. Su fin primordial será la detección de áreas de mejora y la propuesta de modificaciones que permitan adaptarlo a nuevas realidades y demandas.
b. Esta necesidad de continua adaptación requiere, ante todo, de la adopción de mecanismos de evaluación del contexto general y próximo al centro: elementos del contexto social, ideológico, político, económico y ecológico; nuevas propuestas legislativas sobre educación; recursos puestos al servicio de los centros y nuevas aportaciones y experiencias de la comunidad científica y educativa en el ámbito nacional e internacional.
c. El foco principal de la evaluación será el conocimiento de los logros del alumnado en el desarrollo de las competencias en torno a las que se articulan las principales decisiones curriculares. Par ello resulta primordial combinar de manera adecuada la evaluación de los resultados con la de los procesos de aprendizaje. La evaluación de los aprendizajes es entendida, en el Proyecto de FUHEM, como la estrategia más importante para ajustar la ayuda pedagógica a las necesidades individuales del alumnado ya que permite detectar logros y dificultades e introducir las modificaciones necesarias a lo largo del proceso.
d. La evaluación tiene también una función educativa. A través de la evaluación se ejerce una enorme influencia sobre el auto-concepto de los alumnos. Si se quiere formar personas seguras, capaces de enfrentarse a la incertidumbre que supone seguir aprendiendo, es preciso evitar sentimientos de incompetencia. Se busca hacer entender a los alumnos y alumnas que con las condiciones adecuadas, la ayuda necesaria y el trabajo continuado y bien orientado aprenderán y, lo que es más importante, disfrutarán de la vida escolar. La evaluación de los resultados y procesos de aprendizaje también contribuye a enseñar a los alumnos y alumnas a autorregularse, si entiende que las atribuciones de los éxitos y fracasos remiten a causas transformables sobre las que el alumno puede ejercer su propio control.
e. En el establecimiento de criterios y en la toma de decisiones sobre evaluación y promoción del alumnado, la visión colegiada del profesorado resulta esencial, por encima de los resultados concretos en un área curricular, asignatura o materia. Con el necesario respeto a las prescripciones legislativas, los equipos docentes tomarán decisiones colectivas de promoción que tengan en cuenta, entre las opciones disponibles, las que contribuyen en mayor medida al progreso y al éxito académico del alumnado.
f. Para llevar a cabo los procesos de evaluación del alumnado será necesario diseñar procedimientos, herramientas e instrumentos que permitan detectar elementos, observables y accesibles al docente, de los avances o estancamientos que se están produciendo en el estudiante y en el grupo. Algunas competencias sólo podrán ser evaluadas en profundidad si el profesorado toma en consideración los procesos que cada uno de los alumnos y alumnas ponen en juego día a día en el aula y en cada una de las actividades de enseñanza y aprendizaje que en ellas se llevan a cabo.
g. El proyecto también incorporará la evaluación de los procesos de aula y, por tanto, de la pertinencia de las principales decisiones metodológicas acordadas, de la organización y gestión de las aulas y sus recursos y de las relaciones interpersonales y de convivencia que en ella tienen lugar.
h. Establecerá mecanismos de evaluación permanente del profesorado: competencias docentes; valores y expectativas; compromiso individual y colectivo con el proyecto; necesidades de formación y participación en actividades de formación planificadas.
i. Abordará también la evaluación de las estructuras y procesos más generales de cada uno de los centros y de la propia Fundación: dirección y coordinación docente; información y comunicación; recursos y su utilización; agrupamientos de alumnado y medidas generales de apoyo y refuerzo; relaciones interpersonales, convivencia y participación; gestión administrativa y servicios complementarios y extraescolares.
j. Se tratará de construir un modelo propio, consensuado con la comunidad educativa, abierto al conocimiento y experimentación de los mejores métodos en cada momento disponibles, siendo conscientes de la dificultad de hacerlo de una manera funcional, pero con la voluntad de poner perseverancia y medios para conseguirlo. El modelo establecerá los procedimientos, estrategias e instrumentos, tanto de carácter interno como externo, y la planificación temporal de las acciones de evaluación, debiendo proporcionar información sobre cada centro y sobre el conjunto de la Fundación. Para ello también deberá habilitar los mecanismos que permitan recoger opiniones, expectativas y demandas de la comunidad educativa, principalmente familias y alumnado y la satisfacción percibida por cada uno de los colectivos que la integran.
k. Para que los objetivos y procesos de evaluación alcancen toda su potencialidad, es necesario compartir e interiorizar la necesidad de la evaluación por parte de todos los estamentos y las personas que integran la comunidad educativa. En el desarrollo del proyecto se cuidará de forma especial la valoración de la evaluación como la principal herramienta de mejora y de estímulo para el cambio.
Este apartado me parece excelente para definir y explicar la singularidad del proyecto educativo de FUHEM. Es definitorio en tanto que no todos los centros de nuestro entorno entienden así la Evaluación. Me gustan especialmente elementos como “evaluación de los resultados con la de los proyectos de aprendizaje”; la “enorme influencia que la evaluación tiene sobre el auto-concepto de los alumnos”; y la “visión colegiada del profesorado en la evaluación.